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El 2020 se aproxima, y con él llegan nuevos colores en lo que en materia de decoración se refiere.

Se trata de salir de la monotonía de los clásicos tonos, como el blanco y los pasteles, para comenzar a jugar con colores jugados, y combinaciones que se pensaban imposibles, pero que sin lugar a dudas llegan para quedarse.

El negro es un color que se está imponiendo en decoración de interiores. Ya se trate del color negro, o de tonalidades oscuras de otros colores, como el gris o el verde, el negro o “casi negro” otorga sofisticación y elegancia en los ambientes en los cuales predomina.

Las variantes para la utilización del negro son infinitas, desde la clásica composición negro-blanco en las paredes, con detalles en el mobiliario en colores planos, hasta la combinación del negro con tonos como el rosa.

El gris también pisa fuerte para la temporada que se avecina, y será utilizado como un color neutro o base a partir del cual se podrá comenzar a jugar. Junto con tonos como la vainilla o el guacamole será tendencia. Si se lo va a utilizar como color neutro se aconseja utilizarlo claro. La ventaja del gris es que puede ser utilizado tanto en estilos modernos como clásicos.

Otro tono que se impone es el verde fresco y suave, denominado “tranquil dawn”. Tal como su nombre lo indica, está inspirado en los tonos claros del amanecer, inspirando tranquilidad y pausa en la rutina ajetreada del día a día. Tonos que reconfortan e invitan a reflexionar y relajarse.

El color celeste y tinta son dos tonos que se imponen también para el año que se avecina. No se trata del azul de mar, frío, sino de tonalidades más cálidas y amables. El tono tinta se impone oscuro y potente, y en combinación con verdes claros y celestes impregna de personalidad cualquier ambiente.

Otras tonalidades que no pasarán de moda son los tonos suaves, tierra, beige, que aunque puedan parecer sosos poseen mucha personalidad en combinación con tejidos, maderas y objetos artesanales.

Si todavía no ha optado por los colores y tonos vibrantes, esta será una temporada para aprovechar. Pintar una pared de un color vital, acompañado con muebles que aporten personalidad, será una tendencia que primará en los ambientes modernos y jóvenes.

Los colores tierra y rojizos, así como los mostaza y naranjas también irrumpen con mucha personalidad. Son recomendados para revitalizar comedores y salones, como así también dormitorios amplios, que no tengan problemas de espacio.

Por último, un color que también se impone y posee una capacidad camaleónica para combinarse con otros tonos es el verde militar y el verde oliva. Sofisticación y estilo imponen estos tonos en ambientes actuales y modernos.